Recientemente habéis animado a que la gente se apunte al Festival Observatorio ante unos números que no cuadran para sacar el Festival adelante en el futuro. La publicación, que se ha hecho viral en el contexto de la industria, ha sido muy valiente por vuestra parte. ¿Qué pensabais en el momento de sacar esta publicación?
Por una parte, el miedo a que el festival no fuera sostenible. Los números implicaban que tendríamos que poner mucho dinero de nuestros bolsillos para mantenerlo y somos una asociación, no un fondo de inversión. Por otra, la esperanza de que hablar del tema motivara a las personas a venir al festival. También existía el miedo a que se malinterpretara el post. Debatimos mucho las palabras. Lo modificamos varias veces antes de decidirnos a publicarlo.
¿Qué os ha llevado a ello?
Realmente creíamos que era importante comunicar lo que nos ocurría como festival, en vez de callarnos los números.
Nuestro público es muy fiel así que confiábamos en que expresar la situación podría llevar a que se movilizara y necesitábamos que lo hiciera, aunque nunca pensamos que pudiera hacerlo tanto.
¿Cómo os habéis sentido con todo el apoyo recibido?
Hemos flipado. No parábamos de recibir mensajes. Realmente ha sido muy emocionante y nos ha reafirmado en que Observatorio es un proyecto que tiene que seguir adelante.
No se suele hablar de las dificultades tras la organización de un evento, pues la gente solo ve un resultado final pero no todo el tiempo Y DINERO que hay detrás. ¿Qué ha sido lo más difícil de esta edición?
Pues, en realidad, la venta de abonos, es decir, el dinero. Este año ha sido mucho más fácil de organizar que el año pasado, porque ya no tenemos que seguir las medidas COVID. Sin embargo, no ha habido la remontada que esperábamos después de la pandemia en cuanto a venta de abonos. Ha habido muchos eventos este 2022 y entre eso, la subida de precios de casi todos los productos y la pérdida de nivel adquisitivo derivada de esto hacen el festival más caro de organizar y menos rentable.
¿Creéis que la cuestión del dinero es un tema tabú? Nunca se habla de la cantidad de dinero que hace falta para desarrollar un festival.
Es posible que lo sea un poco. Sin embargo, nosotros sentimos que la transparencia es la solución.
Hay mucha desconfianza en cuanto se pide dinero para cualquier cosa. Incluso en nuestro caso hemos recibido comentarios sobre personas que consideran que el festival es caro y sentimos que explicarles que a ese precio no es rentable es una forma de que comprendan que es el precio que debe tener.
Recientemente habéis lanzado las entradas “Fila 0”. ¿En qué consiste este tipo de entrada?
Es una entrada para apoyar al festival, que no da la entrada al recinto. Cuando publicamos el post muchas personas nos dijeron que no podían ir pero querían apoyar. Nos pidieron literalmente que sacáramos una fila 0, así que así lo hicimos. La verdad es que se han vendido bastantes y es un empujoncito que agradecemos mucho.
En la publicación habláis de la capacidad potencial del Festival así como del número de personas para el que pensáis el espacio. ¿Cómo llegáis a la idea del Festival ideal en cuanto al aforo marcado?
Nosotrxs no aspiramos a ser un macrofestival. Queremos que el evento sea sostenible para el pueblo de Balboa, que es muy pequeño, de 300 habitantes censados. Por eso fueron 700 asistentes lo que fijamos como límite de aforo, para ir probando poco a poco cómo lo gestiona el pueblo. Es posible que podamos llegar a ampliar algo esa cifra en el futuro, pero no mucho.
El respeto hacia el entorno es uno de los pilares principales del Observatorio.
¿Qué nos podéis contar de Balboa?
Balboa es un pueblo muy pequeño situado en el Bierzo (León). Precioso, por cierto. Está en un valle, rodeado de bosque. Tiene, además, muchas historias y tradiciones propias, un castillo y pallozas vivas, que son unas construcciones redondas típicas de la zona que se usaban como casas compartidas con el ganado.
Hay muchas más cosas y algunas las podéis ver en el mapa que hemos preparado: Balboa Observa
¿Cómo elegís Balboa como lugar de celebración del Festival?
Fue un poco por casualidad. Los que fundaron el festi estaban buscando un lugar por la zona. Tenían medio cerrado otro pueblo, pero el ayuntamiento decidió finalmente no dar el permiso para realizar el evento. Una amiga suya de la zona les recomendó Balboa, que además ya acogía el Reggaeboa. Es un pueblo muy amable con este tipo de eventos y se comprometen mucho. Al ver el entorno, además, quedó claro que no había mejor lugar para realizar el festival.
Este año han vuelto los macrofestivales clásicos así como un gran número de nuevos festivales que buscan su hueco tras el parón pandémico.
¿Creéis que la burbuja del número de festivales, que no para de crecer, en algún momento explotará?
No creemos que sea un problema la proliferación de festivales en sí. Lo que creemos que es importante es que todos tengan un impacto positivo para la zona en que se realizan y la comunidad. No sabemos si la gente decidirá dejar de acudir a festivales pero creemos que cuando se aporta algo que la gente considera valioso esas personas suelen defenderlo como hemos visto con nuestro post.
En un festival como el Observatorio, ¿qué entendemos como sostenible?
Básicamente, la sostenibilidad consiste en reducir el impacto ambiental que puedan tener todas las actividades que se realicen en el marco del evento. Para esto, una de las claves es la dimensión del evento. Mantener un aforo limitado ayuda a que sea más sostenible. Aún así siempre existe un impacto, que limitamos llevando a cabo acciones en el marco de nuestra política de sostenibilidad. En otras palabras, cada vez que tomamos una decisión en el festival tenemos en cuenta la repercusión ambiental.
Frente a los macrofestivales, el Observatorio se presenta como un evento sostenible a muchos niveles.
¿Por qué decidisteis, desde un principio, que el Observatorio tuviese como meta ser un evento sostenible?
En gran medida, por la importancia del propio entorno natural. Siempre nos ha preocupado que nuestro impacto en la zona sea positivo y no negativo. También por el momento crucial de emergencia climática en el que nos encontramos. No podemos ser ajenos a esta situación límite donde necesitamos esfuerzos desde todas las partes.
¿Por qué la gente no se puede perder la edición de este año?
Porque va a ser increíble. Vamos a ser la cantidad perfecta de asistentes para disfrutar de forma tranquila pero festiva. Va a hacer buen tiempo (fresco por las noches pero calor por el día) según las previsiones y tenemos un cartelazo y unos talleres maravillosos para conocer la zona. Para disfrutar el festival a todas horas. De verdad, no imagináis lo maravilloso que es.